Reducidos en Sodio: Son productos que contienen como mínimo un 25% menos de sodio que su similar convencional, disminuyendo los agregados de sal común o marina, y/o todo aquel ingrediente que contenga sodio en alguna forma. Por ejemplo: vegetales enlatados, panificados, sopas, condimentos, productos de rotisería, sin ningún tipo de sal agregada. Son convenientes porque el exceso de sodio contribuye a la aparición de la hipertensión arterial, principal factor de riesgo de la mayoría de los accidentes cerebrovasculares y de enfermedades del corazón. El exceso de sal favorece además una mayor retención de líquidos. Las personas hipertensas deben reducir al mínimo el consumo de sodio.